En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación. Salmo 62:1

Tremendo y poderoso pasaje de las escrituras del cual necesitamos profundizar en 2 palabras que aparecen allí. Una es «acallar» y la otra es «salvación», Así que comencemos.

Acallar: Del Hebreo דּוּמִיָּה dumiyá; que significa quietud, silencio, confianza, descanso. La otra palabra es Salvación: יְשׁוּעָה yeshúa. Que significa: liberación, auxilio, prosperidad, salvación, salvador, salvar, triunfo, victoria.

Conocer estas cosas nos ayudan a comprender las profundidades de las verdades espirituales expresadas allí. Acallar en el uso es cesar los gritos, llantos, quejas, alborotos, lo cual se transforma en quietud, en paz, en reposo, en calma y solo en Dios y solamente en Dios es que nuestra alma encuentra ese silencio, ese silbido apacible, esa calma y paz cuando rugen las tormentas y vendavales de esta vida, Dios trae calma a nuestro interior aún en medio del peor escenario.

Dios trae calma cuando el alma está inquieta, preocupada o afanada, pero debemos ir a Él, debemos reposar en Él, dejar todo en las manos de Él, porque cuando nuestra alma está acallada en Él y solamente en Él, vemos Su Salvación, Vemos su auxilio, encontramos la salida, tenemos libertad de aquello que nos ata y vamos de triunfo en triunfo y de victoria en victoria y somos prosperados en aquello que emprendemos porque descansamos y esperamos en Él porque Él es quien nos salva.

Comprendiendo estas verdades y aplicándolas. Este pasaje Quedaría así:

«En Dios solamente mi alma tiene descanso, quietud y paz; De él viene mi salvación, mi liberación, mi auxilio, mi victoria, mi triunfo, mi prosperidad.

Filipenses 4: 7 dice: «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Esa paz gloriosa que sobrepasa todo entendimiento es eso, va mucho más allá de lo que entendemos por paz o por quietud. Esa paz de Dios protege nuestra mente y corazón para no estar sumidos en tristeza, depresión ni derrota.

Lo mismo la Palabra Salvación, que es mucho más que una palabra y que es también el acto más sublime de Dios y realizado por quien lleva por nombre Salvador (יְשׁוּעָה yeshúa). El mayor y mejor de los regalos que alguien pudiera recibir. Todas las bendiciones han sido puestas en Él. Por eso es que en Él somos más que vencedores. Es por eso que en El todo lo podemos, Es por eso que en Él somos libres de toda opresión, es por eso que en Él, En Él y solo En Él obtenemos salvación. Recuérdelo siempre… Solo en Dios debe estar acallada su alma, porque de Él viene su salvación. Espere en Él y Él hará. Permita que Él ponga paz y silencio a las tormentas, guerras, gritos y llantos que existan en su interior y disfrute de esta salvación tan grande. Bendiciones.