¿QUIENES ERAN ANÁS Y CAIFÁS?

La Biblia afirma que en el tiempo del juicio de Jesús, había dos sumo sacerdotes, Anás y Caifás. Lucas 3:1-3 dice lo siguiente:
“En el año decimoquinto del imperio de Tiberio Cesar, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados”.

Todos los hombres mencionados en el anterior pasaje bíblico, incluyendo a los sumos sacerdotes Anás y Caifás, los menciona el historiador judío Flavio Josefo en su obra titulada Antigüedades Judías. Afirma en los siguientes pasajes:
Anás, hijo de Set quedó instalado como sumo sacerdote por Cirenio. Durante este tiempo, Herodes Antipas y Felipe estaban administrando las tetrarquías…. El tercer Cesar fue Tiberio, que nombró a Valerius Gratus como sucesor de Rufo, como procurador sobre los judíos. Gratus eliminó a Anás del puesto de sumo sacerdote y realizó tres cambios mas antes de nombrar a José Caifás para que ocupase el puesto. Gratus se retiró a Roma después de haber estado durante once años en Judea, siendo sucedido por Poncio Pilato”. …. Herodes Agripa se convirtió en rey y el emperador Claudio añadió Judea y Samaria a su gobierno así como el resto de las tierras que habían sido anteriormente gobernadas por Herodes el Grande, además de Abilinia, que había sido gobernada por Lisanias.

HALLAZGO DE LA TUMBA DE CAIFÁS

En lo que se refiere al sumo sacerdote Caifás, Josefo menciona que su nombre completo era José Caifás. Los arqueólogos descubrieron en 1990 una cueva cementerio en las afueras de Jerusalén, que contenía una colección de cajas con huesos. Durante el primer siglo, los cadáveres de los muertos los colocaban en el interior de las cuevas y una vez que la carne se había descompuesto recogían los huesos y los metían en cajas.


Tumba de Caifás (Cajas encontradas con restos de su familia)

Una de esas cajas, que parecía un féretro, que encontraron en la cueva estaba elaboradamente
tallada y tenía inscritas las palabras: “José, hijo de Caifás”. La caja contiene los restos del personaje bíblico de Caifás.

ENCUENTRAN OSARIO DE NIETA DE CAIFÁS

La arqueología confirma la existencia de personajes bíblicos. Puede que sus nombres aparezcan en objetos antiguos o que estos mencionen a personas que tuvieron algo que ver con dichos personajes. Ese es el caso de un hallazgo publicado por unos investigadores israelíes en 2011: un osario (o cofre) de dos mil años de antigüedad. Es un recipiente tallado en piedra caliza que contenía los huesos de una mujer, guardados allí después de que la carne se descompusiera.

El cofre contiene una inscripción que dice: “Miriam, hija de Yeshúa hijo de Caifás, sacerdote de Maazías de Bet Imrí”. Caifás fue el sumo sacerdote judío que estuvo implicado en el juicio y la muerte de Jesús (Juan 11:48-50). Y en una obra del historiador Flavio Josefo leemos que este sumo sacerdote era “José, llamado también Caifás”. Está claro, por tanto, que este osario perteneció a la nieta de Caifás.

La Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA, por sus siglas en inglés) informó que el osario fue confiscado a unos ladrones que lo habían robado de una tumba antigua. Las pruebas hechas a este cofre y a su inscripción confirman su autenticidad.

El osario aporta un dato novedoso. En el antiguo Israel, los sacerdotes estaban divididos en 24 grupos que servían por turnos en el templo de Jerusalén, y el último de estos grupos era el de “Maazías” ( 1 crónicas 24:18). Según la IAA, la inscripción revela que “la familia de Caifás pertenecía a la división de Maazías”. El mismo dato que revela la tumba de la nieta de Caifás.

Este osario y el anterior y todo lo encontrado allí apunta a la existencia de este Caifás. Lo citado por el historiador Flavio Josefo confirma la existencia no solo de Caifás , sino también del otro sumo sacerdote llamado Anás y nos confirma el contexto histórico y nos agrega datos de otros personajes de la historia que figuran en la Biblia. Demuestra que la Biblia habla de personas reales que pertenecían a familias que realmente existieron.

LO QUE NARRA EL TEXTO BÍBLICO SOBRE ESTOS PERSONAJES

De acorde a lo documentado por el historiador Flavio Josefo , Anás fue un sumo sacerdote del Sanedrín. Anás, ​ era hijo de Set, y fue designado sumo sacerdote entre los años 6 y 15 d. C. por el romano Quirino, hasta que el procurador romano Valerio (el que después dejaría su cargo en manos de Poncio Pilatos) le removió del puesto para más tarde concedérselo a Caifás (año 18), su yerno. Después de eso, Anás vio cómo varios miembros de su familia iban teniendo éxito como sumos sacerdotes.

Anás, aún después de su despido, fue considerado sumo sacerdote junto con Caifás, y podía actuar como presidente del Sanedrín. Según escribe Juan en los evangelios, Jesús fue llevado primero ante Anás y, después de un interrogatorio, este pidió a sus guardias que le llevasen ante Caifás y el resto del Consejo. Anás actuó junto a Caifás en la captura y en haber puesto en un madero de tormento a Jesucristo y tratando de borrar hasta el nombre de nuestro Señor, pagar falsos testigos con tal de permanecer en el poder y también fueron parte en la posterior persecución de sus discípulos. veamos solo algunas citas:

Juan 18:13 y lo llevaron primeramente ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era Sumo sacerdote aquel año.

Juan 18:19-24 El Sumo sacerdote (Anás) preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.
Jesús le respondió:
Yo públicamente he hablado al mundo. Siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto.
¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta, a los que han oído, de qué les he hablado; ellos saben lo que yo he dicho.
Cuando Jesús dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada, diciendo:
–¿Así respondes al Sumo sacerdote?
Jesús le respondió:
–Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; pero si bien, ¿por qué me golpeas?
Anás entonces lo envió atado a Caifás, el Sumo sacerdote.


Hechos 4:5-12 “Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, y el sumo sacerdote Anás y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes; y poniéndolos en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel; puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la
cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo
el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.

Hechos 4:17-21 Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémoslos para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. Entonces los llamaron y les ordenaron que en ninguna manera hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan respondieron diciéndoles:
–Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios, porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído. Ellos entonces, después de amenazarlos, los soltaron, no hallando ningún modo de castigarlos, por causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que se había hecho,

Hechos 5:27-29 Cuando los trajeron, los presentaron en el Concilio, y el Sumo sacerdote les preguntó,
diciendo:
–¿No os mandamos estrictamente que no enseñarais en ese nombre? Pero ahora habéis llenado Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.
Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron:
–Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

Hechos 5:40-42 Estuvieron de acuerdo con él. Entonces llamaron a los apóstoles y, después de azotarlos, les ordenaron que no hablaran en el nombre de Jesús; y los pusieron en libertad.
Ellos salieron de la presencia del Concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. Y todos los días, en el templo y por las casas, incesantemente, enseñaban y predicaban a Jesucristo.

Una vez mas el pasado sigue hablando y seguirán habiendo mas hallazgos arqueológicos que seguirán confirmando la veracidad de la Biblia. la Escritura dice que la palabra de Dios es verdad y quienes creemos eso debemos vivir de acorde a esa verdad, muchos niegan la Biblia o no la aceptan porque el sistema les ha vendido que la biblia es un libro mas desde pequeños, pero ya es tiempo de decirlo a todo pulmón y por todos los medios que Dios es real y su palabra es verdad.