LA PROFECIA DE JESUS SOBRE “JERUSALEN”
En el Museo Británico hay un documento que fue escrito poco tiempo después del asedio y conquista de Jerusalén, en año 73 d.C. por un filosofo sirio llamado Mara Bar Serapion , el cual quedo registrado en una carta dirigida a su hijo, y es esto lo que le da mayor peso, y es que no es un creyente el que escribe, ni hay intereses comprometidos, es una misiva personal en la cual queda registro de la destrucción de Jerusalén y de como este Filosofo veía a Jesús, como a un Rey Sabio, el titulo rey de los judíos , fue un titulo burlesco que le dieron al Mesías y el cual clavaron también en la cruz. La cita clave de este filosofo es la siguiente:
“¿Qué ganaron los atenienses con matar a Sócrates? Sobre ellos recayó el juicio, la plaga y el hambre. ¿Qué ganaron los hombres de Samos quemando a Pitágoras? Poco después de esto, su tierra quedó cubierta por la arena. ¿Qué ganaron los judíos con ejecutar a su sabio Rey? Fue poco después de su muerte que el reino de ellos quedó abolido”. (Jerusalén fue destruida en el año 70 d.C.. por los romanos). Dios vengó con justicia a estos tres hombres sabios. Los atenienses se murieron de hambre, los samianos quedaron cubiertos por el mar y los judíos, sin una tierra propia, han sido dispersados entre las naciones. Pero Sócrates no murió para bien, sino que siguió viviendo por medio de las enseñanzas de Platón. Pitágoras no murió para bien, siguió viviendo en la estatua de Hera ni el Rey sabio murió para bien, sino que sigue viviendo en las enseñanzas que había dado”.
Mara Bar Serapion dijo que después de que los dirigentes judíos ejecutaron a su sabio Rey (Jesús) su
Reino quedó destruido.
Jesús profetizó lo mismo en Lucas 19:41-44:
“Y cuando llegó cerca de la ciudad (de Jerusalén) al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tu conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación”.
Josefo, un historiador judío, fue testigo presencial de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. Su relato encaja exactamente con la profecía de Jesús. Josefo escribe en su libro lo siguiente:
“Cuando fueron acabados los malecones, trajeron los arietes”……“Tito (el comandante del ejército romano) se dio cuenta de que seria una pérdida de tiempo luchar en contra de hombres desesperados que no tardarían en destruirse a sí mismos…De manera que decidió bloquear toda salida posible de la ciudad construyendo una muralla que la rodease por completo, con el propósito de obligar a los judíos a rendirse o a morirse de hambre”. …. “Después de haber capturado la muralla de la ciudad, los romanos plantaron sus estandartes sobre las torres…. Saliendo en grandes números por las calles, masacraron a todo el que acertó a pasar por allí. …
Los romanos prendieron fuego a los barrios exteriores de la ciudad y demolieron las murallas, dejándolas
totalmente arrasadas”. (Libro «La Guerra de los Judíos»)
La Destrucción del Jerusalén hizo que también se cumpliese la profecía bíblica de Daniel que vivió
alrededor del año 600 a. de C.
“….se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario”. (Daniel 9:26)
Bueno, este fue otro análisis de un documento real y que se encuentra en el museo británico y que demuestra no solo la existencia histórica de Jesús, sino también la veracidad de la profecía y de las Escrituras. La respuesta a la pregunta ¿Existió realmente Jesús?, pues claro que si.