«Y jehová le dijo [a Moisés]: ‘Cuando hayas vuelto a Egipto, ocúpate de hacer delante del faraón todas las maravillas que he puesto en tus manos; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo» Éxodo 4:21.


Este pasaje ha perturbado a algunos lectores de la Biblia y es que a simple vista pareciera decir que Dios es responsable del endurecimiento del faraón, pero no es asi.

¿Endureció Dios el corazón del faraón? ¿Estaba predestinado por Dios para desempeñar eL papel de villano? Si Dios endureció su corazón ¿De qué forma lo hizo?, Revise cada cita y versículo citado en este estudio por favor.


El tópico del endurecimiento del corazón del faraón aparece múltiples veces entre Éxodo 3 y 14, y se lo describe del siguiente modo y por favor fíjese bien en este proceso :
a. Dios predice que endurecerá el corazón del faraón: Éxodo. 4:21; 7:3 (Pero aún no comienzan las plagas)
b. Se endureció el corazón del faraón, sin indicación de agente: Éxodo. 7:13,14,22; 8:19; 9:7,35
c. Faraón endureció su propio corazón: Éxodo. 8:15,32; 9:34
d. Dios endureció el corazón del faraón: Éxodo. 9:12; 10:1, 20, 27; 11:10; 14:4, 8, 17

Mucho antes que Moisés volviera del desierto a Egipto, mucho antes que se iniciaran las plagas, en Éxodo 3:19 está escrito que Dios dijo que «el rey de Egipto no os dejará ir sino por la fuerza»; es decir, bajo compulsión, y esto indica que no habría otro camino, que no sería por la razón, sino por la fuerza y es que Dios al mostrar su poder en cada intento, el faraón se iria endureciendo más y más.

Esto sería ante la vista de todo el mundo pagano e idolatra una batalla de dioses. En cada intento, en cada plaga en donde Dios mostraría su poder, el corazón del faraón se endurecería cada vez más. Cuando Moisés regresó a Egipto para cumplir el pedido divino, Dios le dijo que endurecería su corazón para que no dejará ir al pueblo (4:21), predicción que se reitera en el capítulo 7:3. No es que Dios pusiera un velo en faraón, ni que Dios lo cegara, No es tampoco que era la voluntad de Dios hacer de faraón un perdido, eso sería totalmente anti-bíblico. Simplemente faraón no se iba a rendir a Dios, su soberbia y su altivez de rey no lo iba a permitir, sino todo lo contrario se iba a endurecer. Dios como un sol de justicia potente y en todo su esplendor se mostrará y dependerá de qué corazón esté frente a Él. ¿Un corazón de cera? ¿un corazón de arcilla? Porque la cera la derrite el sol y este mismo sol endurece la arcilla, por ende el problema no es el sol sino el material. El problema aquí es el corazón del faraón, de hecho la biblia dice que era eso lo que se endurecía: «su corazón» A eso se refiere cuando dice que Dios endurecería su corazón. Los prodigios, portentos maravillas y milagros que vendrían causarian fe en muchos y endurecimiento en aquellos que aun viendo preferirían no creer.

Faraón y las diez plagas

En el primer incidente, aún antes que Dios lanzara la primera plaga sobre el faraón y Egipto, el texto bíblico indica la resistencia del faraón hacia Dios al llamar a sus magos para realizar «sus encantamientos»
(7:11). Cuando Dios mostró su soberanía y poder mediante Moisés y Aarón, «el corazón del faraón se endureció [hebreo. hazaq], y no los escuchó, como lo había dicho Jehová» (7:13). El término «hazaq» expresa una actitud firme e inflexible. Por cuanto se apoyó en los magos de Egipto, «el corazón del faraón se endureció»(7:22). Aun viendo tal señal, no se rinde ante el Dios de dioses. Un corazón duro que no se ablanda con nada al parecer y que pretende contender con Dios solo demuestra quien es faraón y esto recién comienza.

Durante la segunda plaga, el faraón por primera vez pidió a Moisés y a Aarón que rogaran a Dios que lo ayude a él y a Egipto (8:8), pero, cuando esa ayuda tuvo lugar (8:10), «endureció su corazón y no los escuchó» (8:15). Fue el faraón mismo quien endureció su corazón. Una aparente rendición, pero al conseguir lo que quería, al ver que ya había pasado todo, siguió igual que al comienzo, empecinado y terco ante la orden de Dios de dejar ir al pueblo de Dios.

Durante la tercera plaga, los magos admitieron francamente (8:18) frente al faraón: «Es el dedo de Dios» (8:19), y sin embargo «el corazón del faraón se endureció y no los escuchó». Del mismo modo, durante las siguientes dos plagas el faraón continuó endureciendo su corazón (8:32), el cual permaneció endurecido (9:7). Ya a estas alturas su soberbia y altivez, no le permitieron ver la mano de Dios, ni escuchar a sus magos tal declaración que bien pudo haberles costado la vida ,ya que allí el faraón era «dios» en la tierra, aunque contendiendo con el único Dios por su dureza de corazón. esta dureza no le permitía ver ni tampoco oír las maravillas que Dios estaba haciendo.


Solo después del séptimo endurecimiento, durante la plaga de sarpullido, leemos: «Jehová endureció el corazón del faraón, y no los oyó, tal como Jehová lo había dicho a Moisés» (Éxodo. 9:12). Mientras varios siervos del faraón creyeron que había sido Dios el que había salvado sus vidas (9:20), el faraón no temía «todavía a la presencia de Dios»

Éxodo 9:29-30 Moisés le respondió:
–Tan pronto salga yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehová; los truenos cesarán y no habrá más granizo, para que sepas que de Jehová es la tierra. Pero yo sé que ni tú ni tus siervos temeréis todavía la presencia de Jehová Dios.

Muchos se preguntarán como tanta terquedad ante tantas señales ¿Será que Dios lo volvió obstinado y terco?¿Será que Dios lleno su corazón de soberbia y altivez? ¿Será que Dios endureció su corazón? sigamos leyendo

Después de la devastadora tormenta de granizo, «se obstinó en pecar, y endurecieron su corazón él y sus siervos» (9:34). Este pasaje deja en claro que el endurecimiento de su corazón fue su propio pecado y el desobedecer a Dios. de hecho el texto indica que también esta dureza de corazón estaba también en los siervos de faraón, este faraón había contaminado al resto, pero no a todos , ya que logramos ver en la plaga final que muchos de Egipto dejan sus tierras y siguen al pueblo hebreo y a su Dios.

Y siguiendo con el tema, Dios no es responsable por el endurecimiento de su corazón. De ese modo «se endureció el corazón del faraón, y no dejó ir a los hijos de Israel, tal como Jehová lo había dicho por medio de Moisés» (9:35). El que Dios le dijera a Moisés, no significa que Dios quisiera aquello, simplemente Dios le aviso de antemano que faraón se opondría. de hecho no solo en este pasaje se demuestra que era faraón quien endurecía su corazón.

El uso de dos descripciones del endurecimiento del corazón del faraón en rápida sucesión subraya el incremento del problema.
Solo entonces leemos en 10:1 que Dios dice: «Yo he endurecido su corazón», Sin embargo, que Dios permita algo no significa necesariamente que lo haya causado. El que el corazón de ellos se endurezca no es por que Dios lo haga. Leamos un pasaje claro que explica esto de quien endurece el corazón:

1Samuel 6:6 ¿Por qué endurecéis vuestro corazón, como los egipcios y el faraón endurecieron su corazón? Después que los había tratado así, ¿no los dejaron ir, y se fueron?


Antes de comenzar la octava plaga se señala nuevamente la responsabilidad individual del faraón ante el planteo de Moisés y Aarón: »Jehová, el Dios de los hebreos, ha dicho así: (Fíjense bien lo que Dios le va a decir a faraón, leamos) «Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí?» Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Y si aún rehúsas dejarlo ir, mañana yo traeré sobre tu territorio la langosta'» (Éxodo. 10:3, 4,). A pesar de admitir que había pecado, el faraón rehusó permitir la salida de los israelitas. El perdón de Dios no lo condujo al arrepentimiento (10:16, 17). Siguió obstinado, y es por eso que leemos que ‘Jehová endureció el corazón del faraón» (10:20); o sea, permitió que se le opusiera. La verdad es que Dios escogió a faraón para mostrar su poder y darse a conocer a todo el mundo es muy cierta y la biblia lo dice en Éxodo 9:16 A la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra. Dios es Omnisciente, esto significa que el conoce todas las cosas, también Dios es Soberano, Dios uso a reyes para ayudar a su pueblo y también para tratar con su pueblo, pero en este caso Dios se vale de este faraón para darse a conocer no solo a su pueblo, sino a todo el mundo. Dios no solo le mostró su poder a faraón, sino también su misericordia cada vez que pidió a Moisés que la plaga acabara, pero ni con eso tuvo temor, ni arrepentimiento, y es allí cuando Dios entrega al hombre a su propio raciocinio, es allí cuando la conciencia ya cauterizada es insensible a todo, es allí cuando podemos decir, Dios endureció el corazón de faraón, cuando Dios hace su voluntad y el hombre alterca con Dios y lucha contra El porque no quiere hacerla, a eso podemos decir que es Dios que endurece el corazón de faraón, aunque en el fondo es faraón quien cada vez endurecía mas y mas su corazón ante cada portento de Dios, el se endurecía con Dios y no por Dios


Antes del comienzo de la décima plaga, Dios dijo a Moisés: «El faraón no os oirá» (Exo. 11:9). Esta predicción indica que el faraón lo decidió por su propia voluntad. Sin embargo, en el siguiente versículo leemos que «Jehová había endurecido el corazón del faraón, y este no dejó salir a los hijos de Israel fuera de su país» (11:10). Al final de la historia del éxodo leemos:


«Jehová nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre; y cuando se endureció el faraón para no dejarnos ir, Jehová hizo morir en la tierra de Egipto a todo primogénito»
(13:14, 15).

Dios había declarado tocante a faraón: ‘Pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo’ (Éxodo. 4:21). No fue ejercido un poder sobrenatural para endurecer el corazón de faraón. Dios dio a Faraón las evidencias más notables del poder divino; pero el monarca rehusó obstinadamente aceptar la luz. Toda manifestación de poder infinito que él rechazaba lo empecinaba más en su rebelión. Las semillas de rebelión que el rey sembró cuando rechazó el primer milagro, produjeron su cosecha. Al continuar aventurandose en su propio curso de acción, yendo de un grado de terquedad a otro mayor, su corazón se endureció más y más, hasta que fue llamado a contemplar el rostro frío de su primogénito muerto»

Dios no lo predestino para que fuese soberbio, ni obstinado, ni un perdido, el ya lo era. Dios lo predestino para mostrar en el su poder y darse conocer a todo el mundo. ¿Pudo haber sido todo distinto? Claro que si, como el caso de Nínive ante la predicación de Jonás, pero en el caso de Egipto fue distinto no porque Dios cambie, porque Dios no cambia, el problema fue que faraón no quiso cambiar, no quiso ceder, no quiso arrepentirse, ni todos aquellos que perecieron allí.

En Egipto Dios no solo mostro su poder, sino también su misericordia cada vez que faraón aparentemente se arrepentía, cesaban las plagas sobre la nación ,pero luego seguía igual de altivo y soberbio, todo esto Dios sabia que ocurriría, Dios le dijo a Abraham antes que comenzará todo que su descendencia sería esclava en Egipto pero promete les libertará, a Moisés antes de todo le dice que faraón se opondría y que la única forma de sacar al pueblo sería con mano dura, entonces este Dios que todo lo sabe y todo lo conoce, y es el único que conoce el futuro y el fin de todos, usa a este faraón para mostrar su poder y darse a conocer al mundo, sino también a su pueblo. Este caso podríamos decir que es similar al de Judas el traidor, alguien tenía que vender al maestro y entregarlo, y eso se cumple no porque estaba profetizado, sino que estaba escrito para que sepamos que Dios conoce todas las cosas, y el se vale de los instrumentos que usa para cumplir sus propósitos.

Lo que si podemos decir que el endurecimiento del corazón de faraón no ocurrió contra su libre voluntad. Su corazón ya estaba tan endurecido que nunca se quiso bajar de su posición de dios terreno y quiso mas encima contender con el Omnipotente Dios. Así que como la luz solar derrite la cera y endurece la arcilla, la misma revelación del poder de Dios condujo a los siervos del faraón a obedecerlo (Éxodo. 9:20), la misma revelación de Dios que vieron muchos que estaban allí hizo que se fueran con ellos y dejaran Egipto para seguir a este Dios que no conocían Éxodo 12:38 También subió con ellos una gran multitud de toda clase de gentes, ovejas y muchísimo ganado.

Mas esta misma revelación de Dios endureció el corazón del faraón y sus siervos.