Suceda lo que suceda a nuestro alrededor, pase lo que pase. Si Dios es Nuestro Amparo y Fortaleza no habrá temor ¿Y saben por qué? Porque hemos aprendido a descansar en sus manos. Tal vez usted esté pasando momentos difíciles y duros, pero es en esos momentos en donde sabemos lo que somos, en donde nuestra fe es puesta a prueba y es allí también en donde vemos la mano salvadora de Dios, allí vemos al Dios de los milagros, es allí en donde vemos el poder de Dios, es allí en donde nuestra fe en Dios crece aún más. Cuando se acaban los recursos, cuando las puertas se cierran, cuando parece que nadie queda a nuestro alrededor o todo el mundo en contra. Dios debe ser nuestro refugio, allí debemos ir. Es más, allí debemos estar siempre. Bajo su abrigo, bajo su amparo, bajo su protección. No te desesperes, no hagas lo indebido, no busques en el lugar equivocado, no te vengues. Deja ya de depender de tus fuerzas porque esas se agotan, deja ya de depender del tiempo y los sistemas y comienza a conocer al Señor y sepa usted con fe ciertísima que Dios es su amparo y fortaleza, eso no lo dude jamás. Nuestras vidas están en las manos del Señor. Descansemos en El. Suceda lo que suceda a nuestro alrededor y tribulación que venga o esté pasando recuerde que Dios es su pronto auxilio, recuerde que no estamos desamparados ni sin protección, porque Él es nuestro refugio y fortaleza. Nuestras vidas, nuestra paz, nuestra esperanza, nuestra tranquilidad, el presente y el mañana no dependen de acuerdos políticos, ni de la economía mundial, ni de ninguna guerra, ni de ningún sistema o persona. Dios es Nuestro amparo, Dios es nuestra fortaleza, Dios es nuestro auxilio por lo cual debemos estar tranquilos descansando en El y en su palabra. Y nunca olvide lo que le indica este hermoso pasaje bíblico y créalo con todo su corazón y vívalo: Usted no está desamparado, ni desprotegido ni sin ayuda, porque Dios es su amparo, fortaleza y auxilio. Bendiciones